3 PALABRAS MÁGICAS

3 PALABRAS MÁGICAS

3 PALABRAS MÁGICAS

3 PALABRAS MÁGICASCreo que todos tenemos (o deberíamos tener) por lo menos tres palabras mágicas. Son esas palabras que cuando te las dices a ti mismo o las escuchas de alguien, producen automáticamente en ti, esa sensación de bienestar o calma que en ese momento necesitabas casi tanto como respirar. Más efectivas que la mejor medicina, infusión o remedio casero que pueda existir.

Las mías, entre otras, son: “todo está bien”, “no pasa nada” y “yo te ayudo”. La primera y la segunda, todo está bien y no pasa nada, me las repito a mí misma, casi como un mantra, mientras respiro, cuando vivo situaciones en las que siento miedo, incertidumbre o que por alguna razón no me gusta nada lo que sucede en ese momento. La tercera “yo te ayudo” es la que más me gusta decir a mí y oírla decir a los demás, sobre todo, en ese tipo de situaciones en que te sientes atascada y no ves más allá o no ves la solución más adecuada.

Normalmente estas palabras las escucho de pocas personas, personas  cercanas o importantes en mi vida. Pero hace unas semanas alguien me sorprendió y me escribió las dos primeras seguidas, casi en una misma frase, en uno de esos momentos en el que necesitaba leer justamente esas palabras, mis palabras mágicas. Es una persona que hace poco que está alrededor mío, en mi vida. Desde ese momento, deseo que se quede muchísimo tiempo cerquita, aquí en mi vida. Y es que a veces la vida, tiene estas cosas, que te va poniendo personas alrededor de ti, muchas veces sin que te des cuenta, que te ayudan a que seas más feliz o a mejorar tu entorno. Unos vienen para quedarse y otros por un tiempo limitado. A unos les prestamos atención y a otros no, pero ahí están y si te fijas bien, seguro que verás que tienes muchas personas así en tu vida.

Suerte que es así, porque la vida, a veces, también te pone en tu camino ese otro tipo de personas, las llamadas personas tóxicas, con las que todos nos hemos encontrado alguna vez. Personas que viven a expensas de la energía y el trabajo de los demás. Personas que manejan bien esa parte emocional en la que suelen jugar un papel de aparente víctima, siendo todo lo contrario, personas destructivas, porque lo que van consiguiendo es destruir a las demás personas que le rodean o incluso departamentos.

En tu vida personal, pienso que es un poco más fácil liberarte de ellas, cuando has superado la parte emocional, porque en cierto modo, tú decides quién son tus amigos y quiénes no. Pero en tu vida laboral es más complicado, porque normalmente aparecen en forma de jefe/a y liberarte de ellos/as no es tan fácil. Así que ahí andan, viviendo a expensas de tu energía y tu trabajo, ya que suelen ser personas que ocupan puestos de responsabilidad, para los que no están cualificados, gracias al trabajo de los demás, así que van enganchándose a uno, cuando este se va a otro y luego a otro… Así, sin que nadie se dé aparentemente cuenta o haga nada al respecto. Y eso, como dice una amiga “es lo que más crispa”. Ante esta situación, como dice mi amiga, unos buscan la oportunidad, se van corriendo y otros mueren por dentro o se vuelven grises, tristes o amargados. Ninguna de las dos ideas me seduce, así que por si acaso, sigo investigando…

Otra amiga sabia dice que la vida nos pone a estas personas en nuestro camino porque algo tenemos que aprender de ellas y que cuanto antes lo aprendamos, antes desaparecerán de nuestra vida. Cada uno tiene que aprender lo suyo, no hay recetas generales.  Yo, la verdad, es que no sé qué tengo que aprender de gente así por más que lo intento,  debe ser por eso que me les sigo encontrando de vez en cuando. Así que he pensado que probablemente, lo que tengo es que aprender de mi reacción ante gente así, no se trata tanto de aceptación, que ya lo hago o creo que lo hago, es más bien de cómo reacciono yo y cómo debería reaccionar por dentro, ante esa situación en ese preciso momento, no después. Total, que en esas estoy… ¡Aprendiendo!

En mi aprendizaje, reflexionando sobre esto con otra de mis amigas, creo que encontré la respuesta en una de mis frases: “No te haces una idea de lo que es hasta que no te pasa, porque desde fuera lo ves y lo entiendes, pero cuando te pasa lo sientes”. Y ahí está la clave ¡lo sientes! En sentir. En dejar que te atraviese y pasee por tus sentimientos libremente. Una vez más, le damos el poder a otro de hacernos sentir de la manera que ellos/as quieren para lograr sus objetivos. Sin pensar, como anulados, que nosotros nos merecemos sentir lo que nosotros decidamos sentir, nuestros propios sentimientos y no lo que otros quieren.

 

Y es ahí, justamente, cuando tienes que recuperar tu poder sobre ti, poner tu barrera emocional al victimismo y la toxicidad, decir NO, hacerte dueño de tus sentimientos, gestionar tus emociones y alzar la vista a tu alrededor, prestando atención a todas esas otras personas que te pone la vida para ser feliz. Permaneciendo tan cerquita de ellas, que no quede ningún espacio en tu vida ni en tus sentimientos para ese otro tipo de personas “tóxicas”, que aunque son muchas menos, a veces les damos mucho más lugar y poder en nuestra vida. Repetir tus palabras mágicas como mantras, mientras respiras y sobre todo ¿Sabes lo que tienes que hacer?… SONREÍR.

¿Será eso lo que tengo que aprender?  ¡Si eso ya lo sabía! Voy a practicarlo…

 

Porque… ¡Recuerda! LA VIDA ES HOY

By Marta Pintado

 

LIBRO a la VENTA

LIBRO a la VENTA

Y DE REPENTE… CLICK!

Y DE REPENTE… CLICK!

Y DE REPENTE… CLICK!

Y DE REPENTE CLICK 700Qué curioso es, que una misma situación pueda ser etiquetada por nuestra mente como una oportunidad o como un problema, según nuestro estado de ánimo, nuestra fortaleza física y mental o nuestra capacidad de apertura a otras posibilidades. De hecho todo va relacionado. Cuando nuestro estado de ánimo es bajo, por decirlo de algún modo, nos sentimos agotados, sin fuerzas y sin capacidad de ver más allá y de distintas maneras una misma situación. Cuando estamos cansados, nuestro estado de ánimo baja y tampoco vemos más allá. Y cuando nos obcecamos en algo, nos acaba agotando y nuestro estado de ánimo cae.  Lo que otros ven con claridad y amplitud, lo podemos estar viendo oscuro, como encerrados en una nube negra sin poder ver el cielo azul tan precioso que hay detrás.

Entonces es el momento perfecto para parar, descansar y reflexionar…

Hace unas semanas una amiga mía estaba metida en esa nube negra. Como muchos otros días, quedamos para pasear. Ella es una persona que ha triunfado laboralmente, es lo que todo el mundo podría etiquetar como una persona de éxito, admirada por muchos y por mí la primera. Y ahora estaba completamente convencida de que no le gusta su trabajo, no quiere seguir con ello y no sabía qué otra cosa hacer. Bueno, en realidad no es ahora de repente,  yo llevaba escuchando esto desde hace algún tiempo pero, a vista de muchos, “aparentemente” no lo decía en “serio”. El caso es que ahora sí es en “serio” y ya le afectaba a su estado de ánimo, fuerzas y capacidad de ver más allá. Se había metido en la nube y no veía las enormes posibilidades que tiene de hacer cosas en este amplio mundo.

No tenía su tan famoso plan B. Y yo me alegro de que no lo tuviese, porque pienso que para triunfar en algo en la vida, para lograr tu objetivo, tienes que enfocarte en él. Es una apuesta al todo o nada, porque si no es así, nunca estarás del todo comprometido con tu plan A, preparando a la vez el B y en lo que uno no se enfoca completamente no gana. Yo no entiendo que alguien empiece en un trabajo y a la vez prepare su salida, como dicen muchos en sus artículos de emprendimiento, negocios… Si entras pensando ya en cómo salir… ¿Para qué entras? Y lo más seguro es que cuando salgas, tu plan B esté obsoleto o no te sirva. Además la vida tiene estas cosas que hace que cuando necesitas tu plan B, aparece. Cuando tienes un por qué, siempre aparece el cómo, pero tienes que tener el por qué. Deja a la vida que prepare tu futuro y tú ayúdale ocupándote de tu presente.

3, 2, 1…

Lo primero que había que conseguir, era lograr que utilizase su miedo como motor en lugar de como freno. Lo más difícil de manejar en una situación de cambio es el miedo al qué pasará, la preciosa incertidumbre. Esa, que si la sabes incorporar en tu vida y darle la mano, puede llegar a ser algo emocionante, pero que si dejas que te invada sin control, puede llegar a ser aterradora. Una de las preguntas que mejor me funcionan en estas situaciones es ¿Qué es lo peor que te podría pasar si dejas o pierdes ese trabajo? Poniéndose en lo peor, a veces, se descubre que no es peor, que no pasa nada y otras veces, se descubren situaciones a las que podríamos anticiparnos y dejar solucionadas, antes de que ocurran.

En el caso de mi amiga, juntas descubrimos que lo peor no es peor, que no pasaría nada y que las situaciones estarían cubiertas. En ese momento su cara, su forma de caminar y su estado de ánimo cambió. De repente hizo CLICK!  CLICK es ese momento en el que el miedo se convierte en aliado, en el motor que te impulsa a la acción. Un momento, en el que tienes la suficiente confianza, para coger de la mano a la incertidumbre, haciendo del cambio una experiencia emocionante. Casi me atrevería a decir que sin CLICK no hay cambio.

A partir de ahí, ya estaba preparada para comenzar el trabajo de descubrir qué es lo que realmente quería hacer en los próximos años de su vida. Y digo en los próximos años, porque todo y todos evolucionamos. A lo largo de nuestra vida, nuestros valores cambian, adquirimos nuevos conocimientos y habilidades, surgen nuevas profesiones, nuevas áreas en las que tenemos mucho que aportar. Lo que en una época nos encantaba hacer, puede que dentro de 10 años ya no nos guste tanto y descubramos otra cosa que en ese momento nos guste más.

Así que, tras varios paseos y las preguntas adecuadas para llegar a sus propias conclusiones, fue aflorando lo que realmente quería hacer. Ya teníamos su nuevo objetivo, su plan B y ahora tan solo quedaba preparar la estrategia para llegar a él. Y digo tan solo, porque aunque preparar la estrategia y realizarla es un camino que requiere compromiso, acción y fortaleza, creo que el llegar a saber lo que realmente quieres hacer y atreverte a hacerlo, es el paso más difícil de conseguir.

Y en esas estamos, embarcadas en su estrategia, navegando con el miedo como motor, arropadas por la confianza y abrazadas a una incertidumbre emocionante, de la que aprendemos y disfrutamos cada día. Y digo en esas estamos, porque ella no está sola en su cambio… Yo, ahora y siempre… Te acompaño AMIGA.

 

¿Y tú? ¿Te atreves a navegar? ¿A qué esperas?

Recuerda… LA VIDA ES HOY

By Marta Pintado

 

LIBRO a la VENTA

LIBRO a la VENTA

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies