¿RESIGNARTE O VIVIR?
La vida tiene esas cosas que a veces nos sorprende y de repente, sin esperarlo, pone nuestro mundo patas arriba. Como si te diera la vuelta y te dejase colgando de los pies cabeza abajo.
Otras veces, sin embargo, te trae cosas o personas muy bonitas, que te enderezan de nuevo, te devuelven la sonrisa y vuelven a iluminar tu camino. “Lo que aparece en tu camino, se convierte en tu camino” decía Marco Aurelio. Y es que, todo, absolutamente todo, pasa por algo.
Lo que pasa, es que a veces no tenemos paciencia para averiguar el por qué, no nos damos el tiempo necesario o es el miedo, el que nos hace salir corriendo de aquello desconocido, no vaya a ser que nos haga feliz y le dejemos sin ese discurso que tanto le gusta repetir, la terrible frase de “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”. Y es que, al miedo, no le gusta ni lo desconocido, ni lo que se escape de su control, ni nada que nos cambie el estado en el que estamos, aunque sea de sufrimiento… «¡Mira! ¿Para qué? Si yo ya me he acostumbrado a sufrir…»
Y ahí, si le haces caso al miedo, es donde te quedarás, resignándote a vivir la vida de sufrimiento que le corresponde al miedo y NO A TÍ. A no ser, que, por fin, lo aceptes para soltarlo y cambiarlo. Que lo que aparezca en tu camino, sí se convierta en tu camino y dando pasitos pequeños, aunque te tiemblen las piernas, cojas de la mano a la incertidumbre, bailes con tu vida y te pongas a averiguar de una vez, el por qué de que la vida te haya dado otra oportunidad de ser… ¡Feliz!
Asumir y resignarte son del miedo, aceptar para cambiarlo es VIVIR.
La vida está de tu parte, solo tienes que confiar en ella y creer en ti.
Y yo, mientras que lees… Me quedo en silencio… Shhhhh…
¿A qué esperas?
Recuerda… LA VIDA ES HOY.
By Marta Pintado