¿Y SI LLUEVE? ¡PUES QUE LLUEVA!

¿Y SI LLUEVE? ¡PUES QUE LLUEVA!

¿Y SI LLUEVE? ¡PUES QUE LLUEVA!

Hoy he comido pronto y me he ido a montar en bici. El IPhone decía que no iba a llover a esa hora, así que no me lo he pensado, he cogido el chubasquero por si acaso y ¡a pedalear! 

He llegado al parque y estaba abierto, no las tenía todas conmigo, porque a veces, cuando hace mal tiempo, lo cierran. Había muy muy poquita gente, algo más de viento y unas nubes negras que se iban acercando. Y yo cada vez me sentía mejor. El aire fresquito en la cara y esa sensación de paz, que poco a poco te va inundando cuando te centras en ese preciso instante, en estar solo tú, tus manos sujetando el volante, tus pies en los pedales, los árboles, los pájaros y dejando que los pensamientos pasen sin más, sin hacerles ni caso. Es así y solo así, cuando de repente sientes esa sensación de paz que recorre todos, absolutamente todos los rincones de tu cuerpo y mente.

Disfrutando de ese mágico momento, se ha puesto a llover. Al principio eran unas gotas, las justas para romper ese momento y empezar a pensar «buf está empezando a llover y estoy lejos de casa», así que he comenzado a volver. Y cada vez caían más y más gotas, hasta caer una lluvia bastante intensa, de esa que te cala hasta los huesos.

Entonces, empapada, de repente otra vez, me sentido genial ¡Me ha entrado hasta la risa! Esa risa de encontrarte bien, de volver a centrarte en tus pies, los pedales y el agua que me caía por la cara, de darte todo igual y de disfrutar de la lluvia mientras volvía a casa. Ha sido maravilloso, como cuando de niña jugaba en los charcos bajo la lluvia sin importarme absolutamente nada.

Y creo, que ese es otro de los secretos de esta vida y de la felicidad o el bienestar, que te dé todo igual. Y pensarás «pero ¿cómo te va a dar todo igual?». Pues sí, creo que tiene que llegar ese momento, en el que las preocupaciones que no pasan a ser ocupaciones, porque se escapan de tu control, te den igual. Porque no puedes hacer nada y preocuparte, solo te genera agotamiento, tristeza e incluso dolor.

Así que sí, tiene que llegar ese momento de aceptación, de lo que tenga que pasar que pase, porque solo así, te darás cuenta de que probablemente, lo que tenga que pasar sea simplemente como la lluvia, que te cala hasta los huesos y no pasa nada, te ríes mientras llegas a casa, te das una duchita, te preparas un chocolate calentito y te relajas pensando «¡qué bien me lo he pasado con la bici, el aire y la lluvia! ¡mañana más!».

Aprendizaje o más bien, recordatorio de hoy: Confiar más en la vida, que está de nuestra parte, dejándola que fluya más. Ocuparte de lo que esté bajo tu control y no preocuparte de lo que no. Por que lo peor que te puede pasar, la mayoría de las veces…  Solo es lluvia, solo moja.

¿Y tú? ¿Hace cuánto tiempo que no dejas a la vida fluir? ¿A qué esperas?

Recuerda… LA VIDA ES HOY.

By Marta Pintado

LIBRO a la VENTA

LIBRO a la VENTA

LA ARMONÍA DEL EQUILIBRIO

LA ARMONÍA DEL EQUILIBRIO

LA ARMONÍA DEL EQUILIBRIO

Es curioso cómo, cuando alguien cercano o conocido se va, empezamos todos a sacar conclusiones tipo «hay que aprovechar esta vida», «no hay que preocuparse tanto que al final da igual» o «hay que vivir que la vida son dos días». Y entonces, nos proponemos vivir más, quejarnos menos y hacer todas esas cosas que siempre has querido hacer. 

Pero al poco tiempo, esos propósitos se empiezan a diluir y se nos olvida nuevamente… VIVIR.

Para mí, hay cuatro pilares fundamentales en nuestra vida, la salud, el amor, la familia y el trabajo. Si los cuatro están equilibrados vivimos en armonía y bienestar, pero cuando uno de ellos se desequilibra, acaba desequilibrando al resto. Si el trabajo nos sobrepasa, tu familia, tu amor y tu salud se resienten. Si no te ocupas de tu salud, no podrás hacer un buen trabajo, ni disfrutar con tu familia, ni con tu amor. Y ¡qué decir del amor! Cerrarte a vivir sin amor, no es vivir. Los cuatro son igual de importantes.

Reflexionar sobre nuestras vidas y sobre aprovechar la vida o vivir que son dos días, requiere reflexionar sobre cómo equilibrar nuestros cuatro pilares. Porque si no, es cuando se diluye nuestro propósito. A veces no por falta de ganas, sino por falta de equilibrarlos.

Pensar en cómo dar a cada uno de ellos su espacio y protagonismo en tu vida, es fundamental. Pueden tener diferentes porcentajes, lo importante es que sean suficientes para lograr ese equilibrio, para que todos coexistan en tu vida en armonía, en su debido espacio y su debido lugar. Porque dejar a uno de lado, para dar más espacio a otro, desequilibra al resto. Te desequilibra a ti y como sabes, todo parte de ti, si tú no estás bien, lo que te rodea tampoco lo estará. Si tú no eres feliz, no podrás hacer feliz a los demás. Lo que eres, es lo que transmites.

Así que, ahora, en lugar de preocuparte y quejarte, pasa de ser víctima de la vida, a ser el protagonista y busca el equilibrio. Porque solo así, disfrutarás de esta vida, TÚ VIDA, que esperemos que sea más de dos días y así, cuando la veas pasar frente a tus ojos, te habrás asegurado de que, de verdad, haya merecido la pena.

¿Y tú? ¿A qué esperas?

Recuerda… LA VIDA ES HOY.

By Marta Pintado 

LIBRO a la VENTA

LIBRO a la VENTA

EL EFECTO DE LA NATURALEZA EN NUESTRO BIENESTAR

EL EFECTO DE LA NATURALEZA EN NUESTRO BIENESTAR

EL EFECTO DE LA NATURALEZA EN NUESTRO BIENESTAR

En varias ocasiones, he comentado los beneficios que tiene para mi caminar o hacer alguna actividad al aire libre, sobre todo si es por algún camino con árboles o rodeada de naturaleza. Respirando, sintiendo y estando presente, con cada paso, justo en ese preciso momento y en ese preciso lugar. Me ayuda a liberarme de tensiones y del estrés acumulado, recuperar la claridad mental, la inspiración y la creatividad. Es como si respirar profundamente y conectar con la naturaleza, me devolviese a ese precioso estado de armonía y paz, en el deberíamos estar siempre.

Y… ¿Qué poder tiene la naturaleza para provocar ese efecto? 

Hace poco finalicé una especialización en neurociencia y educación y, como no podría ser de otra manera, la neurociencia tiene algunas de las respuestas a esta gran pregunta.

Algunos estudios, como el de Faber-Taylor y kuo, 2011, muestran cómo un paseo de tan solo 20 minutos diarios en contacto con la naturaleza, mejora la concentración y las habilidades cognitivas. La explicación es, que en un entorno natural hay muchos menos estímulos distractores y el sistema de atención ejecutiva puede relajarse y descansar. Lo contrario al desgaste que sufre, en entornos urbanos con múltiples estímulos.

Además, la actividad física moderada, como puede ser caminar, oxigena el cerebro, reduce los niveles de estrés, y provoca un aumento en los niveles de algunos neurotransmisores, que preparan al cerebro para responder más rápido y mejor a los retos y cambios que se presentan, mejorando los procesos de autocontrol, atención y del estado de alerta en general.

De hecho en las escuelas, ya se apuesta por la incorporación de espacios y entornos naturales, que favorecen una diversidad de experiencias de aprendizaje y contribuyen al desarrollo físico, cognitivo y emocional. Resumiendo los beneficios, se ha comprobado que:

  • Aumenta los niveles de creatividad y resolución de problemas.
  • Mejora las habilidades cognitivas y el rendimiento académico.
  • Mejora el autocontrol y la autodisciplina.
  • Aumenta la actividad física, reduce el estrés y mejora los hábitos nutricionales.
  • Mejora la cooperación, la colaboración y relaciones sociales.

Ahora que ya sabemos el por qué, no tenemos excusa para no buscar un parque cercano o una calle con árboles y vegetación, respirar, caminar o correr y liberar nuestra mente, para, además de todos esos beneficios, recuperar la tranquilidad y la armonía que nos merecemos.

Incluso en nuestra propia casa, podemos crear espacios más naturales y neutros, que nos aporten esa relajación que necesitamos después de un largo día o para amanecer una mañana, con la mayor calma posible. Sentarnos en nuestro rincón favorito, respirar y recuperar todo nuestro bienestar.

La cuestión es no quedarnos en ese estado de bloqueo o estrés, que nos paraliza, reduce nuestra creatividad, acaba con nuestra inspiración y no nos permite disfrutar plenamente de todo lo bueno de nuestra vida.

¿Y tú? ¿A qué esperas?

 Recuerda… LA VIDA ES HOY.

By Marta Pintado

 

LIBRO a la VENTA

LIBRO a la VENTA

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies